Fondoneros ilustres

El mayor patrimonio de un pueblo son sus gentes. En esta sección podrás ver y saber más de algunos paisanos nuestros, con importancia artística, cultural, social o política. Muchos de estos biografiados los podrás encontrar en una publicación sobre almerienses ilustres, editada por el Instituto de Estudios Almerienses.

jueves, noviembre 08, 2007

Beato José María de la Dolorosa

DE LA VIRGEN DOLOROSA, Fray José María (Fondón 3-VIII-1901, Cabañas de la Sagra (Toledo) 30-VII-1936)
Religioso beato



Nació en Fondón, en la casa familiar de la Plaza Alta, en el seno de una familia de labradores, el 3 de agosto de 1901; fue bautizado el día 5. La confirmación la recibió en 1910 durante la visita pastoral del arzobispo de Granada. A los pocos días de recibir la confirmación, murió su padre, José, víctima de un accidente laboral el 12 de junio.

Con la luz de la vocación encendida en su alma y con otros muchachos del pueblo, que tienen los mismos sentimientos, forman una especie de cenáculo religioso, ante la incomprensión de muchos de sus convecinos. Ya iba siendo mayor y su madre, María, le decía: «Vicente, ¿qué piensas de tu vida», y él contestaba: «Madre, irme al convento». La madre: « ¿Cómo te vas a ir al convento, hijo mío, si somos pobres; y si tú no trabajas ¿qué vamos a comer?»; él le contestaba: «No te preocupes, que Dios te ayudará. Pero yo no he nacido para esto. Dios me está llamando».

Un buen día, sin permiso de su madre, huyó de casa. Llega a la estación de Santa Fe de Mondújar y, como no lleva dinero, no puede sacar el billete. Al fin hay un alma generosa que le paga el viaje. Llega a Granada y se presenta al superior de los capuchinos, diciéndole que quiere ser fraile. El guardián le admite por unos días, esperando que llegue el permiso de su madre y otros papeles que necesita. La documentación requerida no llega y le envían a la Cartuja, donde los jesuitas le emplean en el trabajo del campo. En esto llega una carta urgente de Fondón, en la que se le anuncia que su madre estaba muy enferma. Enseguida deja Granada y vuelve a su casa. Cuida a su madre y ésta se recupera.

Los mismos de su casa tenían otras miras y «le querían apañar con una joven para que se casase con ella». Vicente no accede a la propuesta y en el verano de 1925 va a Madrid para realizar su sueño de vida religiosa. Siguiendo sus andanzas por la capital, pregunta a alguien dónde tienen el convento los capuchinos. No distinguiendo bien unos frailes de otros, el interrogado lo encamina al Templo Nacional de Santa Teresa en la Plaza de España. El prior del convento le recibe, escucha cuanto le dice acerca de su voluntad de hacerse religioso y, dándolo por bueno, lo envía al noviciado de Segovia.Vicente llegó al convento segoviano en agosto de 1925. El 8 de agosto, el prior, reunido con la comunidad, tratan de la admisión de Vicente y, después del examen de su vocación y de la doctrina cristiana, fue admitido por votación secreta.Después de medio año de postulantado, viste el hábito de la orden el 11 de febrero de 1926, llamándose desde entonces fray José María de la Virgen Dolorosa. No aspira al sacerdocio, será hermano donado. Superadas todas las pruebas y terminado su noviciado, hizo su profesión religiosa el 12 de febrero de 1928.Estuvo destinado en Ávila 1929-1930, y debió estar de portero allí en el convento de la Santa. Poco después le enviaron al colegio de Medina del Campo y allí seguirá ejerciendo su oficio de cocinero. En Medina hizo su profesión solemne el 12 de febrero de 1931 rodeado de los niños del colegio. En Medina siguió algún tiempo más, y después de vivir algún tiempo en otros conventos pasó a Toledo en 1936.

Con el comienzo de la Guerra Civil, el 21 de julio se había refugiado en la casa del señor Perezagua, Alfileritos 5 (Toledo). Allí pasa la noche junto con otros dos compañeros acogidos al mismo techo: José Agustín y Eliseo, que encuentran la muerte el día 22. Abandonada la casa del señor Perezagua, ¿dónde se refugia José María?Acompañado del sacerdote don Antonio llamó a la casa de Gregorio Parrilla, carbonero de oficio. El sacerdote se marchó enseguida para ir a casa de un hermano suyo. José María se quedó en la casa unos días. Y piensa abandonar aquel refugio y termina por refugiarse en casa de don Emilio González. Allí estaba cuando llegó otro compañero, fray Constancio, y ambos se fueron hacia Madrid, pensando que allí les sería más fácil salvarse.

Pero ¿cómo se prepararon, cómo se disfrazaron para éste que será su último viaje?Se disfrazan de carboneros, con un saquito terrero al hombro y emprenden la marcha. Caminan y caminan, pasan Olías de El Rey sin ninguna dificultad y se van acercando a Cabañas de la Sagra. Se desviaron un poco en dirección a una fuente, donde bebieron agua; después cruzaron el pueblo para coger de nuevo la carretera. Allí los reconocen e identifican como frailes por unos escapularios que llevaban, y los entregan a un grupo de milicianos que se dirigían a Toledo. Los montan en un camión, pero a la salida del pueblo los fusilan, y algunos días después los sepultan en una fosa común.

Fue beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007.

Bibliografía.

RODRÍGUEZ, J. V.: La dichosa ventura. Vida y martirio de 16 carmelitas descalzos en Toledo. Editorial de Espiritualidad. 2007.

FATHER HERRERA y SAN JOSÉ, V.: Esos, vestidos de blanco, ¿quiénes son?

1 Comments:

At 22/9/09 00:20, Anonymous julio said...

Una historia de vida fuerte la de este señor.

 

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